La formación del vínculo de apego comienza en el primer año de vida. Los profesionales dedicados a la psicología infantil en Oviedo sabemos que es un proceso muy importante y que puede tener incidencia en la forma de establecer las relaciones interpersonales y de pareja en el futuro.
El apego es un mecanismo adaptativo que se basa en la interacción entre el bebé y el adulto o adultos, habitualmente los padres, que sirven como punto de apoyo para ir relacionándose con el entorno. En presencia de la figura de apego el niño o niña se atreve a explorar ese entorno cercano y ante algo que le asusta busca la proximidad del adulto.
Si tienes hijos o estás planteándotelo, los especialistas de la psicología infantil en Oviedo podemos ayudarte a conocer con mayor profundidad este importante vínculo que tiene un evidente carácter emocional. Según cómo el niño perciba la relación con las figuras de apego tendrá sentimientos de confianza o desconfianza y de estima o desestima.
Así, en función de las respuestas de los adultos, el vínculo de apego puede ir adoptando determinado estilo. Los cuatro tipos de apego infantil conocidos son: apego seguro; apego evasivo; apego resistente y apego desorganizado o desorientado. Solo el apego seguro aporta al pequeño la seguridad que espera encontrar en las personas que lo cuidan.
En general, los estilos de apego guardan relación con la forma en la que los padres se relacionan con los niños, por eso es importante saber transmitirles seguridad pero sin un exceso de protección que pueda crearles una sensación de angustia cuando la madre o el padre no esté presente.
El vínculo de apego se ve modulado a lo largo de toda la infancia y la adolescencia. En Centro GOA podemos ofrecerte el asesoramiento profesional especializado en psicología infantil para que puedas afrontar la educación emocional de tus hijos con los mejores resultados.