Como especialistas en psicología infantil en Oviedo, podemos tratar los casos de problemas de apego en niños adoptados, que en la mayoría de casos tienen consecuencias secundarias, como mal comportamiento del menor, irritabilidad o incluso agresividad en los casos más graves. Y es que, pese a que la adopción de menores es un proceso sumamente controlado y difícil, una vez conseguido se pueden dar problemas de vínculo entre el menor y los padres.
Los expertos como los que estamos en el Centro GOA explicamos que el vínculo y el apego emocional entre los niños y las personas que los cuidan, se produce fundamentalmente entre los 8 y los 36 meses de edad. Si la adopción se produce en ese periodo, lo habitual es que se desarrolle sin problemas la capacidad para formar relaciones íntimas y emocionalmente sanas con relación a los padres. La empatía, el afecto, el deseo de compartir, el inhibirse de agredir, la capacidad de amar y ser amado, son situaciones que se dan sin problemas en esta primera etapa evolutiva.
Sin embargo, la mayoría de casos de este tipo que tratamos en nuestro centro de psicología infantil en Oviedo se deben a los cambios frecuentes de cuidador en las instituciones donde ha permanecido el niño. Aunque los padres pongan todo de su parte, hay que tener en cuenta que los niños han recibido durante esa etapa que mencionábamos un cuidado general, no individual, al que no están acostumbrados.
Además, en numerosas ocasiones establecen relaciones de apego con adultos que los rechazan o ignoran, de forma que cuando llegan los padres definitivos, sienten desconfianza, agresión, rechazo y evitación. Esto se manifiesta en poner a prueba constantemente el amor de sus padres mediante exigencias, manipulaciones, mentiras e, incluso, utilizando comportamientos agresivos y violentos.