En cualquier centro psicológico de Oviedo te explicarán que el control infantil de esfínteres está vinculado con el grado de madurez de cada niño. En principio, y aunque cada caso es un mundo, se habla de los cuatro años como una edad lógica para que el pequeño ya sea capaz de controlar la orina, tanto por el día como por la noche.
Esto no significa que haya que acudir a un centro psicológico en Oviedo solo porque un niño mayor de esta edad continúe sin controlar su esfínter. Para que tengas más información, se llama enuresis a la emisión involuntaria de orina, y encopresis a la emisión de heces. Existen muchos factores que pueden generarlas: desde factores hereditarios a problemas fisiológicos, pasando por un inicio tardío del hábito y, por supuesto, desencadenantes emocionales que, en este caso sí, pertenecerían al ámbito del tratamiento psicológico.
Por eso, en primer lugar, cuando se detecta este problema conviene consultar con el pediatra del pequeño para que sea él quien evalúe los factores concretos que puedan estar ocasionando esa situación. Ahora bien, cuando el origen de la enuresis o encopresis deriva de situaciones desencadenantes —como pueden ser una separación de los padres, el nacimiento de un hermano o algún suceso traumático—, el psicólogo se convierte en una herramienta imprescindible para identificar la causa e impulsar las técnicas correctas para combatirla.
Habitualmente, este tipo de casos son fácilmente identificables, pues suelen sobrevenir una vez que el niño ya había aprendido a controlar sus esfínteres, lo cual se vive como una regresión hacia un estadio anterior ya superado.
A la hora de identificar las causas de este problema y orientar a los padres sobre cómo tratar al pequeño para solucionarlo, en el Centro Goa te ofrecemos un equipo de profesionales con gran experiencia, muy cualificados, en la resolución de problemas infantiles y el crecimiento interior de los pequeños.