En nuestro centro de psicología infantil en Oviedo tratamos siempre de asesorar a los padres en todo lo que pueda preocuparles acerca del crecimiento psicológico y emocional de sus niños, y un tema muy comentado últimamente y que despierta mucha controversia es el del colecho, es decir, dormir en la misma cama que uno o los dos padres durante los primeros años. Hoy hablamos de algunas ventajas y desventajas al respecto.
Muchos expertos en psicología infantil en Oviedo aseguran que el colecho es una práctica muy positiva tanto para padres como hijos y es práctica más que asumida en muchas culturas. Estudios afirman que el bebé se siente protegido por la presencia de la madre y alcanza niveles más profundos de sueño. Así, todos descansan más, el niño llora menos y de paso reduce sus niveles de estrés, algo muy positivo para su desarrollo emocional. También hay estudios que afirman que el colecho se refleja, años después, en mayor autocontrol, autoestima e inteligencia emocional, cuando el niño llega a ser adulto.
Por otro lado, el colecho puede ser físicamente peligroso para el niño y molesto para los padres cuando comienza a dar patadas y moverse mucho mientras duerme, además de que acarrea ciertos problemas de higiene. Como todo, en el Centro GOA creemos que el equilibrio está en la justa medida, y respecto al colecho hay puntos medios. Uno es dejar que el niño se duerma en nuestros brazos y luego llevarlo a su cama. En cualquier caso hay que hacerlo siempre con responsabilidad y no extenderlo más de los cinco o seis años, ya que luego el niño puede desarrollar una excesiva dependencia de las figuras paternas y no conseguir dormirse solo.